Esta nueva incorporación a la Red de Senderos del Parque Natural tiene como objetivo ofrecer al visitante la oportunidad de conocer el Valle del Somo, de gran belleza paisajística, y poner en valor los restos de la “Calzada” de Valderrama, recorriendo muchos de los parajes más interesantes de lo que fue este proyecto.
La calzada, cuyos restos han alcanzado cierta popularidad en las redes sociales, cruza buena parte del Parque, desde Encío hasta Frías, pasando por Cubilla, a los pies del Pico Humión. No obstante, los restos más curiosos y que han suscitado interés, se encuentran en la zona que tratamos aquí. Ha habido elucubraciones de todo tipo respecto al origen de la calzada, no siendo extraño escuchar o leer algún texto que le adjudica un origen romano. Nada más lejos de lo real y del tiempo, la calzada es de principios del siglo XIX, fue pensada para unir La Rioja con los puertos cántabros, y nunca llegó a terminarse, parece ser que a causa de las guerras napoleónicas.
La senda tiene un recorrido circular, con una prolongación en su parte oriental que permite visitar una de las partes más interesantes de la calzada. Hay tres opciones como punto de partida, siendo el pueblo de Valderrama la principal y recomendada. Existe otro aparcamiento junto a la senda que nos sitúa en una parte más avanzada de esta y un tercero en el Puerto del Somo, que puede ser interesante si se viene de la zona de Cubilla o si se quiere visitar sólo la zona alta con los restos que hemos comentado.
Partimos de la plaza de Valderrama, desde la cual deberemos escoger el sentido de la ruta. Hay que tener en cuenta que uno de los ramales discurre por un denso bosque, por lo que la sombra será la tónica, de este modo dejaremos este para el final o empezaremos por él, dependiendo de la hora y la época del año.
Como la mayoría de las visitas son en época estival, empezaremos por el ramal de la calzada, el norte que es el más soleado y dejaremos el del bosque para la vuelta, momento en el que agradeceremos la sombra.
Tomaremos de este modo el ramal izquierdo, que nos lleva unos 600m por pista asfaltada hasta coger, a la derecha, otra pista, esta vez de tierra. Tras andar cerca de 800m por esta pista, nos encontramos con la primera muestra relevante de lo que fue el proyecto de calzada: el puente Calleja. Se trata de una estructura llamativa para sortear un pequeño arroyo por la calidad de su factura y de sus materiales, y nos habla de la ambición que tuvo el proyecto. Por otra parte es un rincón bello y tranquilo donde se ha habilitado un par de mesas y bancos para solaz de sus visitantes.
La calzada pasa, como es lógico, por encima del puente, por lo que subiremos para continuar la marcha. Antes es bueno saber que a unos 250m y fuera de la senda encontramos el aparcamiento antes mencionado que podría servir para iniciar la ruta en este punto o para, simplemente, visitar esta zona de la calzada.
Seguimos rumbo este para, 500m más adelante, encontrar a nuestros pies otro vestigio de la calzada: un gran muro de contención realizado con enormes piedras. Podremos bajar para verlo en toda su extensión.
Durante esta parte del recorrido es bueno ir fijándose en dónde pisamos, sobre todo si se trata de zonas de piedra, ya que muchas serán estructuras de la antigua calzada, antiguos pasos de agua entre otras. Aproximadamente 1,5km más adelante, y tras cruzar una alambrada por un paso habilitado, llegaremos al cruce donde se cierra el círculo comenzado en el pueblo. Eso quiere decir que tendremos que retornar a este punto más adelante, pero eso será tras haber visitado la parte alta de la senda, hacia el Somo.
Seguimos cuesta arriba y 500m adelante, tras cruzar otro cierre por su correspondiente paso, nos topamos con otro cruce que nos marca a la izquierda hacia “La Alcantarilla”. Aquí se abre la zona alta de la calzada, que comentamos atrás, un pequeño círculo que aquí comienza. Podemos por tanto ignorar por ahora esa indicación y hacer caso a la que nos invita a seguir adelante o hacer todo lo contrario, ya que, de uno u otro modo, terminaremos regresando a este punto.
Nos decidimos por dirigirnos ahora hacia La Alcantarilla. Cruzamos la pista de cemento que se encuentra en el alto e, inmediatamente, un paso ganadero. Ya vislumbramos una estructura extraña de piedra que nos llama poderosamente la atención y a la que nos dirigimos. Una vez allí comprobamos que se trata de un descomunal sumidero en una zona en que la calzada va ganando altura en repetidos zigzags.
Los restos de la calzada que encontramos en esta ladera son básicamente taludes de piedra que asentaban la calzada según iba subiendo hacia el puerto del Somo. La inestabilidad del terreno, con evidentes corrimientos, hace que parezca todo un poco desordenado, pero aún se reconocen muchas estructuras de lo que quiso ser camino.
En los pocos cientos de metros que tiene esta parte alta de la calzada, además de los mencionados restos de diversas estructuras, podemos disfrutar de hasta tres miradores con vistas al oeste, teniendo como marco el Valle del Somo y, a lo lejos, la ciudad de Frías, la Sierra de la Tesla y otros mucho montes.
Llegamos por fin al punto donde se cierra este pequeño círculo del alto: Las Escalerillas. Aquí bajaremos por las escaleras y volveremos a cruzar la pista de cemento. A 250 m, hacia el alto, se encuentra el aparcamiento que hemos comentado al inicio de las indicaciones, buen lugar para dejar el vehículo si quisiéramos visitar sólo esta zona o realizar la senda en sentido contrario.
Nada más cruzar la pista, comenzamos a descender por una vaguada creada por el Arroyo del Somo. 300m más adelante volveremos a pasar por el cruce de la Alcantarilla, pasamos la alambrada y, siguiendo el descenso otros 450m, al punto donde se abre la verdadera senda circular.
Como es lógico, ahora cogemos el desvío hacia la izquierda, por el camino que nos lleva de vuelta a Valderrama atravesando un denso bosque mixto, aunque mayoritariamente de hayas. Como buen hayal, se encuentra en una zona sombría, de agradecer en verano y de buen barro en invierno. Tras caminar un sube y baja de cerca de 2km, llegamos a una vaguada donde el camino toma dirección norte, este es un antiguo Camino Real, que llevaba hasta la Bureba pasando por La Molina y Miraveche.
A través de una bajada muy tendida de unos 1400m llegaremos a otro cruce donde se nos indica la existencia de los restos de la ermita de San Bartolomé. Esta se encuentra en el margen opuesto de la finca que nos queda a la derecha, por lo que si queremos acercarnos, normalmente tendremos que hacerlo por el perímetro de la misma. No queda mucho que ver de la ermita, pero algo es algo.
Ya vamos enfilando el tramo final de nuestra ruta y acercándonos al pueblo. Poco más de un kilómetro más adelante encontraremos un cruce en el que nos juntamos con la senda de Valdemoro, que lleva hasta Ranera; con esta compartiremos el final de nuestra ruta.
Poco nos queda en distancia, pero el camino nos reserva aún otra pequeña sorpresa. Prácticamente en la entrada de Valderrama, en unas rocas a unos 20m a la derecha del camino, podemos visitar unas cuantas tumbas antropomorfas talladas en la misma roca: la necrópolis de San Andrés.
Por fin regresamos a Valderrama, capital del Partido de la Sierra en Tobalina. Un buen trago de agua en la fuente o quizás un refrigerio en el bar nos servirán de premio tras una estupenda jornada de senderismo y arqueología.
Rústir
Ermita de San Bartolomé (restos)
Bílastæði
Aparcamiento Calzada
Gatnamót
Cruce hacia el pueblo
Hurð
Cruce cierre ganadero
Bílastæði
Aparcamiento Puerto del Somo
Gatnamót
Cruce Hayal con Camino Real
Gatnamót
Cruce senda circular
Gatnamót
Cruce de la Alcantarilla
Gatnamót
Cruce unión con senda de Ranera
Fornleifasvæði
Necrópolis de San Andrés
Fallegt útsýni
1er Mirador del Somo
Fallegt útsýni
2 Mirador del Somo
Fallegt útsýni
3er Mirador del Somo
Fallegt útsýni
Mirador de las Ánimas
Bílastæði
Salida desde Valderrama
Athugasemdir